Flores afirmó que la decisión de Costa Rica se apega a la legalidad, pero no a los derechos humanos, pues el cubano teme por su vida si regresa a su país.

Según el abogado, en Costa Rica se agotaron todos los recursos legales internos, incluso el Gobierno le denegó una petición de asilo, pero consideró que se le debió haber dado una visa humanitaria o tiempo para hacer la gestión con un tercer país.

El cubano Pérez llegó al aeropuerto internacional Juan Santamaría, en Costa Rica, el 24 de abril procedente de La Habana, a donde había viajado desde San José para visitar a su madre que se encontraba enferma.

Pero al retornar a Costa Rica las autoridades le negaron el ingreso al país por tener vencidos un carné provisional de refugio y un permiso de trabajo, así como por no contar con la residencia permanente.

Las autoridades costarricenses le denegaron la condición de refugiado que solicitó en enero de 2012, cuando llegó por primera vez al país centroamericano.