La fuga de este gas tóxico se originó en el barco “Betty Elizabeth”. 

Cuatro hombres murieron y otros 23 (ver recuadro) resultaron heridos, según el reporte oficial.

La embarcación tenía pocos días de haber anclado en el puerto, tras cumplir una faena de pesca. 

Las víctimas fueron contratadas para desembarcar el pescado, indicaron familiares.

Eran aproximadamente las 07h30 cuando ocurrió el accidente. 

Sofonías Rezabala, jefe del Cuerpo de Bomberos de Manta, informó que la fuga del gas se originó por la rotura de una tubería en el cuarto de desembarque, donde se encontraban todos los obreros. 

“Mi hermano dijo que recién habían iniciado la jornada de trabajo cuando la cañería que contiene amoníaco explotó. En ese entonces todos intentaron salir del cuarto de desembarque, pero fue difícil, porque la puerta de escape es estrecha, sólo cabe una persona. Todos se agarraban, empujaban y desesperaban por salvarse”, relató José Piguave, hermano de Alfredo y Jacinto Piguave, este último fallecido.   

Un testigo dijo que uno de los trabajadores alcanzó a pedir ayuda, “pero cuando lo agarré de la mano se desmayó y se me soltó. Yo tuve que salir de inmediato para salvar mi vida”, contaba entre lágrimas. 

EL RESCATE. Bomberos, Policía, Cruz Roja, Capitanía del Puerto y Secretaría de Gestión de Riesgos acudieron a la emergencia. 

Las ambulancias entraban y salían del puerto a cada instante, para trasladar a los sobrevivientes hasta el hospital Rafael Rodríguez Zambrano y el hospital del Instituto de Seguridad Social (IESS).  

En las afueras del muelle varias personas lloraban, ante el temor de que entre los fallecidos estuviera algún familiar. 

El ECU-911 reportó 32 personas afectadas por la fuga del gas. En esta cifra el organismo sumó a quienes fueron atendidos por el Cuerpo de Bomberos por posible contaminación, pero que no pasó a mayores. 

Los fallecidos fueron sacados del cuarto de desembarque por un equipo especial de bomberos. Luego de varios minutos los cadáveres fueron ubicados en la calzada del muelle para lanzarles agua. El objetivo era eliminar todo rastro de amoníaco que pudiera quedar en los cuerpos. Culminado este proceso, fueron trasladados hasta el Centro Forense.

MIEDO. Hasta el hospital llegaron decenas de personas en busca de sus familiares. Todos se apostaron en las afueras de Emergencia para conocer el estado de salud de las víctimas. 

El llanto se hizo más fuerte cuando se conoció que cinco de los heridos estaban en estado crítico e internados en Cuidados Intensivos, el resto se encontraba estable. Tres pacientes fueron derivados hasta la Clínica del Sol (frente al hospital) por su delicado estado. El gerente de la casa de salud, Francesco Córdova, dijo que otros dos podrían ser enviados a Guayaquil.  

Un informe emitido por el hospital indica que sólo 16 personas fueron atendidas en esta casa de salud y 13 en el hospital del IESS. 

El comunicado también señala que cinco de los obreros se encontraban en terapia intensiva.  

MEDIDAS. La Policía informó que el barco quedó en custodia policial para las respectivas investigaciones.  

La gobernadora Susana Dueñas aseguró que existirá una reunión entre los organismos de socorro y representantes del puerto, para establecer soluciones a este problema presentado ya en varias ocasiones y que en algunos casos ha dejado víctimas mortales.  

Rezabala pidió anoche, en una entrevista en Manavisión, que la Capitanía del Puerto y Autoridad Portuaria permitan a los bomberos realizar controles al estado de las embarcaciones, facultad que no la tienen actualmente. 

Anoche la Capitanía y Cuerpo de Bomberos realizaron un peritaje en la embarcación. La Fiscalía, mientras tanto, anunció la investigacion del caso.