Cada cierto tiempo salen a la luz dramáticas historias que no dejan de sorprender y que en los casos más extremos incluyen sacrificios humanos.
La última se dio a conocer en marzo, cuando se informó que el grupo de “Los Caballeros Templarios” extraía órganos de sus víctimas como ritual de iniciación de sus nuevos integrantes.
Las autoridades han reconocido que investigan testimonios de personas que aseguran haber estado en ceremonias encabezadas por el fallecido Nazario Moreno, “El Chayo” o “El Más Loco”, fundador del cartel.
> EN VENEZUELA. Los rituales se convocaban por la noche en algún lugar seguro para la organización. Las llamaban “cenas”, aseguró el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo. Pero estaban muy lejos de ser un encuentro normal.
“Como un proceso de iniciación utilizaban los órganos, en este caso el corazón, en donde obligaban a las personas a comérselo”, dijo el funcionario a Noticias MVS.
“El Más Loco” falleció el 9 de marzo, durante un enfrentamiento con infantes de la Marina. Años antes, en noviembre de 2010, había sido declarado muerto por el gobierno del expresidente Felipe Calderón.
“Los Templarios”, sin embargo, no son la única organización que realiza ceremonias crueles para probar a sus nuevos miembros o como una forma de ascender en la organización.
En declaraciones ante la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) y la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública, un exintegrante de La Familia Michoacana –antecesora de Los Templarios- aseguró que los aspirantes a enrolarse en el grupo debían desmembrar los cuerpos de sus adversarios.
En Tamaulipas, “Los Zetas” secuestraban a los pasajeros varones de los autobuses que circulaban por el municipio de San Fernando, y en algunos casos los obligaban a golpearse entre ellos con marros hasta morir. Los sobrevivientes eran reclutados como sicarios.
En Morelos, el entrenamiento de la organización de los hermanos Beltrán Leyva para los miembros adolescentes consistía en golpear con una tabla de madera a una persona desnuda y colgada de los pies.