En las horas nocturnas, y en especial los fines de semana, todo es alegría.
Los bares que hay en el lugar son muy visitados, tanto por turistas nacionales como extranjeros, y eso le da vida al lugar.
Además el malecón, que fue construido en el 2012, contribuye a que los turistas lleguen en sus vehículos a pasar momentos agradables.
En esos días todo es felicidad, y los problemas quedan ocultos en la oscuridad de la noche.
Sólo los turistas se quejan de los problemas con la delincuencia, por lo que piden más control policial.
Luis Mero, morador de la zona, asegura que los problemas se producen justamente los fines de semana. “Los viernes y sábados en las noches es cuando necesitamos que hagan más controles, ya que en ocasiones se producen peleas entre personas que están en estado etílico”, manifestó.
> La otra cara.
En el día la realidad es otra, los problemas están a la vista y esos sólo los ven quienes habitan en el lugar.
Rosa Espinal, quien ha vivido en el lugar toda su vida, manifestó que tienen problemas con la contaminación, calles en mal estado y varias luminarias públicas que permanecen prendidas de día y de noche. El problema de contaminación se debe a que las alcantarillas constantemente se rebosan.
“Cuando hace sol los olores son terribles, hasta tenemos que estar encerrados en nuestras casas con las puertas y ventanas cerradas, para evitar que los olores ingresen”, dijo.
Agregó que los problemas iniciaron el año pasado, y aunque han enviado varias solicitudes a la empresa de agua para que se busque una solución, no hay respuesta, aseguran.