Ayer Wilson Mendoza, subsecretario regional de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), informó a Manavisión que luego de varios trámites y preparativos técnicos iniciarán el trasvase “a fines de esta semana o principios de la otra”.

La razón para la medida está en que para esta época del año las represas de Poza Honda (en Santa Ana) y La Esperanza (en Bolívar) no tienen la cantidad de agua esperada.

Previsión. Mendoza habló de la necesidad de buscar un balance que asegure el agua para el verano. “Lo que nos queda (de agua) y lo de Daule-Peripa tiene que cubrirnos”, dijo .

Históricamente durante el invierno las represas almacenan suficiente agua para abastecer durante el verano. En una entrevista realizada días atrás, Mendoza confirmó que desde hace cinco años no se ha requerido el trasvase de Daule-Peripa a La Esperanza.

El trasvase que sí se utiliza regularmente es del de La Esperanza a Poza Honda.

Según un convenio con la administración de Daule-Peripa, se pueden utilizar unos 500 millones de metros cúbicos al año. 

Ayer Mendoza no especificó la cantidad de agua que se trasvasará, pero dijo que será un proceso paulatino y coordinado, debido a que es un tema “delicado”.

Niveles. Anoche Orfa Cabezas, directora provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), -entidad que recibe los reportes desde los embalses- informó que el espejo de agua de la presa La Esperanza estaba en la cota de 55,28 msnm (metros sobre el nivel del mar).

En ese embalse la cota mínima es de 37 y la máxima de 66 msnm.

En Poza Honda, el agua llegaba a la cota 101,63 msnm. Ahí el registro mínimo es de 91,5 y el máximo de 106,1 msnm.

La funcionaria dijo que por ahora, contando con el trasvase, el agua está asegurada. Dijo que lo que se puede prever es “una posible sequía para junio, julio y agosto”.

Afectados. Xavier Valencia, coordinador zonal del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), informó que se registran unas 22 mil hectáreas afectadas en toda la provincia. Son en su mayoría maíz, pero se incluyen también cultivos como arroz, melón, sandía, maní y otros.

El funcionario dijo que unas 7.300 hectáreas de diversos tipos de plantaciones ya son irrecuperables.

Hace poco más de un mes, el 17 de marzo, el MAGAP contabilizó 5.325 hectáreas afectadas y 1.450 consideradas perdidas.

Contraste. Juan Macías junto a su pareja no saben cómo pagarán el crédito por seis mil dólares que hicieron para sembrar.

De las nueve hectáreas plantadas al menos ocho no dieron casi nada de producción, cuenta este agricultor de 69 años que sembró junto a la vía Colón-Quimís.

“Hasta hice una segunda siembra, pero lo ve (señala la espiga) está como dormidito, no prende”, dijo

En Zapallo, Carmen Cedeño y Onofre Zamora cosechaban ayer fréjol. “Yo pensé que no daba. Pero le recé al Señor de las Aguas y ya ve: cayó una agüita que nos salvó”, dice la mujer sobre las últimas lluvias de marzo.