La Copa Mundial de Italia 1990 se convirtió en propiedad de los alemanes. Al conseguir su tercer título, Alemania pasó a ser, junto con Italia y Brasil, la nación más laureada del torneo.
En esa ocasion, Argentina perdió el título luego de un penalti anotado por los germanos. Andreas Brehme, de Alemania, en el minuto 85, puso la primera y única anotación del partido. Con ese resultado, Argentina fue el primer equipo en no marcar goles en una final de un Mundial.
El árbitro de ese partido fue Edgardo Codesal, de Uruguay, quien dictaminó la pena máxima tras observar que Roberto Sensini, de Argentina, derribó dentro del área a Rudi Voeller.