Apropósito de un correo que circula en las redes sociales que sataniza la inequidad en la aplicación de la justicia en Ecuador, graficando la tierna figura de un can sentenciado a muerte por haber mordido a una niña, mientras agrega el mensaje que quienes violan a niños y niños muchas veces no reciben sanciones acordes a la gravedad del delito cometido, salta a la mente además, el trato proteccionistas que se le da al presunto delincuente a propósito de aplicar a raja tabla, la Ley de Comunicación, sus Reglamentos y Resoluciones.
En efecto, espanta a la sana conciencia, cómo delincuentes que violan a mujeres y niños, con denuncias concretas, puntuales y oportunas, con evidencias claras que identifican al culpable, los medios de comunicación no pueden identificar a sus presuntos autores, ni se puede publicar sus rostros, mientras no exista sentencia condenatoria contra el agresor, pero en abierto contraste, los identificados como “Los más buscados”, así clasificados por un organismo gubernamental, bajo apreciaciones muchas veces sin un criterio judicial concluido y en firme, sí es permitida su publicidad con nombres e imágenes.