Los cazadores llegan cada mañana. Unos lo hacen a las 07h00 y otros a partir de las 09h00. Al final la jornada acaba en el mismo horario para todos; 12h00. 

Son gente de Manta, la mayoría del barrio Perpetuo Socorro, que acuden diariamente a la playa para capturar  pequeños pulpos. Esta especie representa la alimentación del día para gran parte de los cazadores, mientras que para otros es un negocio y pocos lo miran como una actividad para el estrés, como el caso de María Reyes. Ella acudió al lugar esta semana en compañía de un nieto. No fue a cazar pulpos, pero sí conchas.

Dice que no realiza esta actividad diariamente como las otras personas, pero sí lo hace de manera regular para desestresarse. 

“Esto me quita el estrés que se acumula estando en casa”, comenta Reyes mientras busca conchas entre las rocas, ante un intenso sol, mojada por el mar y refrescada por el fuerte viento que sopla. 

En otro extremo de la playa está Esmeralda Alonzo junto a su hijo Julio Parrales. Ambos habían casado cerca de una libra de pulpo. 

Esmeralda es del barrio Córdova, y cuenta que esta actividad la aprendió de sus padres. Ella acude hasta tres veces por semana al lugar, mientras que Parrales lo hace solo cuando llega de pescar. El producto que han capturado lo venderán a tres dólares cada libra.

 OTRAS ESPECIES. Quien no caza para vender es Erika Panta. Junto a otros familiares esta joven busca pulpos entre las rocas para preparar un viche. Dice que no tiene la necesidad de cazar para comer, pero lo hace porque ha visto en esta actividad un gusto. 

“Es un hobbi para mi. Desde muy pequeña vine con mis padres a cazar estos animales. Ahora adulta me he acostumbrado y me gusta”, argumenta Panta.

Evelyn Reyes también busca pulpos mientras dos hombres (familiares de ella), ingresan al mar para bucear y buscar langostas y peces. Es que aparentemente en este lugar la presencia de estos animales a la orilla de la playa es frecuente, recalca Reyes. Su criterio lo sustenta en las múltiples capturas de estas especies que los dos hombres han realizado.

Esta actividad se realiza en la zona rocosa de la playa, desde el hotel Sol hasta llegar a la zona de Piedra Larga. En este lugar se espera que la marea esté baja para proceder a la caza.