El cultivo eficiente de esta gramínea es el que más se acerca a alcanzar la meta nacional de producir lo suficiente como para cubrir la creciente demanda ecuatoriana y proyectarse a la exportación. Esto significa que desde el 2015 dejarán de salir divisas por importaciones, que representaron en algún momento alrededor de 500 mil toneladas, cifra que ha venido disminuyendo gracias al aumento de la producción, por más altos rendimientos por hectárea, que superaron las cinco toneladas el año anterior. Y es que el entorno ecuatoriano presenta todas las condiciones para un desarrollo eficiente de las siembras, así como las disponibilidades de semillas mejoradas de alta productividad, existiendo, hay que reconocerlo, un déficit en la infraestructura de secado y almacenamiento y fallas de comercialización, que frena su expansión.