J.S., administrador del local, informó que mientras daban atención a los clientes se acercó un hombre para tramitar la compra de una moto a crédito, valorada en 1.300 dólares. 

La transacción era normal hasta que el empleado del almacén corroboró la información con otras entidades donde el supuesto comprador había hecho negocios.

 

Alerta. A los pocos minutos, el empleado se percató de que la cédula era adulterada, así que activó el botón de pánico y retuvo al sospechoso hasta que llegaron los agentes de la UPC que se se encuentra a una cuadra y media del lugar donde se realizó el llamado de emergencia.

Los gendarmes comprobaron que la foto no correspondía al portador de la cédula. La administración del almacén denunció el hecho en la PJ, aunque advirtieron que ellos no eran los perjudicados, pero sí el dueño del documento de ciudadanía.