El sondeo realizado por el Centro Pew a 1.001 adultos mayores de 18 años señala que seis de cada diez estadounidenses (un 59 %) ven en los avances tecnológicos una mejora para sus vidas, mientras que sólo tres de cada diez creen que estos empeorarán su situación.
Entre los que más optimistas se muestran destacan los hombres con estudios superiores, un colectivo que prevé mejoras en la vida de las personas gracias a la tecnología en hasta un 79 % de los casos, mientras que las mujeres y las personas sin titulación universitaria se muestran más cautos al respecto.
Sin embargo, y pese a la gran diferencia existente en el uso de las nuevas tecnologías entre generaciones, no hay brecha generacional sobre este asunto: los jóvenes y los mayores se muestran optimistas por igual.
De entre los distintos retos que la tecnología y la ciencia pueden alcanzar en el próximo medio siglo, una gran mayoría de ciudadanos (81 %) ve posible que los pacientes que necesiten un trasplante puedan encargar órganos hechos a medida de forma artificial en los laboratorios.
Asimismo, un 51 % cree que los robots podrán crear obras artísticas -tales como novelas, pinturas y música- con una calidad similar a la de los humanos.
Además, cuatro de cada diez encuestados opina que el teletransporte será una realidad en 2064, un 33 % se muestra confiado en que los humanos ya habrán establecido para entonces colonias permanentes de población en otros planetas, y uno de cada cinco cree que mediante la ciencia y la tecnología se podrán controlar el clima y los fenómenos atmosféricos.
Pese a la confianza generalizada en las posibilidades tecnológicas a largo plazo, son muchos los estadounidenses que recelan ante las aplicaciones que determinadas innovaciones pueden tener en un futuro más inmediato, tales como las gafas inteligentes, la modificación genética en humanos o los aviones no tripulados, los llamados "drones".