El problema fue denunciado ayer por un vecino que, aseguró, reportó el daño hace un mes a la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM), pero en vista que su denuncia no tuvo eco, decidió contarlo a los medios de comunicación. 

Dijo que hace un mes tres tuberías se rompieron producto del oleaje. Estas instalaciones están conectadas a la estación de bombeo Umiña, ubicada en el interior de la playa.

Panorama. Las descargas fugan por los tubos rotos, se mezclan entre la arena y rocas, hasta alcanzar el mar. 

Para el bañista Owaldo Aguayo los olores que emanan las aguas son “nauseabundas”. 

Por dos ocasiones se buscó la versión del gerente de la EPAM, Eloy Reyes, pero su secretaria informó que no se encontraba en la oficina. 

Construcción. La estación Umiña fue construida hace 10 años por el Municipio para que recibiera las aguas servidas del sector de Barbasquillo. 

En el 2010 Patricio Zevallos, gerente de la empresa de ese entonces, cuestionó la ubicación de la estación (al pie del mar) por el impacto de contaminación que podría originar  y afectar al turismo de la ciudad.  

Zevallos anunció su reubicación, pero esto no se ha cumplido.

Actualmente la estación funciona con 10 pozos receptores y que se encuentran deteriorados. Los reboses de aguas servidas son constantes, dicen los bañistas.