Liz Romero, quien vive en el kilómetro 33 de la vía Quevedo fue una de ellas.
La mujer afirma que ya “no se acuerda de las veces que han salido a las calles a protestar para que se respeten los derechos”, pero que no se cansarán hasta que sean escuchados.
Romero explicó que llevan cuatro años en la lucha por que no se implante el Complejo Ambiental en su sector.
“Nos hemos cansado de decir que eso de Complejo Ambiental no tiene nada, es un basurero más”, dijo indignado.
Los moradores denuncian la muerte de sus animales y la enfermedad de varios de sus hijos.
“A los niños les salen ronchas en la piel y varios caballos, gallinas y cerdos que consumían el agua del río Salgana han muerto”, dijo Romero.
“Pedimos que el nuevo alcalde disponga la reubicación de ese botadero porque afecta a las cuencas hídricas de gran parte del país”, dijo la mujer.