Las plantas El Ceibal y Cuatro Esquinas suelen paralizarse por horas e incluso días cuando el nivel de turbiedad en los cauces que las abastecen aumenta. Esto solamente hace más notoria una deficiencia que se repite durante todo el año, pues las poblaciones servidas por ellas sufren racionamientos frecuentes. Las quejas de los usuarios de otros sistemas como los de Chone, La Estancilla y Jipijapa también son frecuentes. Por lo general en Manabí la capacidad de producción de las plantas no ha ido de la mano con el incremento de la población. La gestión de los administradores, hasta cierto punto, no ha sido eficiente y, en determinados casos, ha estado condicionada por intereses políticos. Existen poblaciones abastecidas con agua de ríos o pozos sin suficiente tratamiento ni análisis que garanticen su uso para el consumo de las personas.

La provisión de agua potable es responsabilidad de los municipios, pero debería ser también una preocupación del gobierno central.  La salud y el bienestar de los ciudadanos así lo demandan.