Y uno de los muchos que hay que destacar, sobre todo por lo real y objetivo de su apreciación, es, sin duda, en lo que refiere a lo acontecido en esta provincia, la nuestra, el emitido por un distinguido asambleísta de la propia bancada gobiernista, que ha manifestado a viva voz y sin reservas ni temores, que los resultados son un duro revés para las huestes  del régimen.

Que la pérdida es innegable y difícil de disimular y que en gran medida, está motivada y parcialmente atribuible al comportamiento y a la práctica del manejo en las entidades del sector público, copadas en su totalidad por el mando de los Jeques de  Alianza PAIS, donde se ha desestimado el derecho de la real militancia y se ha irrespetado a los derechos reales de todos los ciudadanos de la región.

Con lujo  de detalles y puntualizando con cifras y nombres de las entidades públicas, nuestro representante a la Asamblea Nacional denunció el singular hecho de que la mayoría de los puestos claves de la administración pública de la provincia se encuentran copados por funcionarios importados de otras regiones de la patria, sin que para esto prime una selección en base de méritos que justifique tan odiosa marginación de ciudadanos de esta región. Cito casos como el ente electoral provincial donde todas las jefaturas, incluyendo la Dirección,  las copaban ciudadanos importados de la provincia del Guayas, sin que para esta selección se haya convocado a un concurso de méritos que pudiera justificar tan arrogante escogimiento y, en otro caso, hasta comentó el decir de un eventual conflicto de intereses en la selección de personal para su ingreso.

Tal hecho, dicho de manera frontal, bien pudiera ser que sea investigado por las autoridades correspondientes, habida cuenta que ya no se podrá atribuir a un invento de los enemigos del gobierno, ni tildarse tal denuncia a una “caretucada”  como despectivamente se ha calificado a todo hecho denunciado por la llamada “oposición” a la que nunca se ha dado crédito.

Este resultado electoral desfavorable a las huestes oficiales,  no es más que el rechazo a todos estos comportamientos, de los cuales uno  denuncia el asambleísta, y los demás están a la vista pública, generando un marcado descontento que pudiera ser continuo y ascendente.

Cuyo resultado se reflejará en la próxima contienda electoral.