El presidente bolivariano entró a la cancha envuelto en su clásica campera de colores azul, amarillo y rojo de la bandera venezolana y utilizando una gorra vinotinto con una "V" bordada al frente. Lo acompañaba su mujer, Cilia Flores, el embajador de Cuba en Venezuela, Rogelio Polanco, el ministro del Deporte venezolano, Antonio Álvarez y el gobernador del estado Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa.

El mandatario optó por hacer caso omiso a los abucheos, siguió a paso firme el camino al centro de la cancha y lanzó la pelota a Ramón Hernández, receptor del equipo los Navegantes de Magallanes.

Después del lanzamiento, Maduro caminó por la cancha para darle la mano a los jugadores de los cinco equipos participantes en la Serie del Caribe, que continuará hasta el 8 de febrero.

Los equipos que disputarán este torneo son Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, México y Venezuela.

Tras haber dado la bienvenida a los jugadores y managers, Maduro caminó de la mano de Cilia Flores y antes de abandonar el terreno de juego lanzó su gorra a las tribunas.

La presencia de Maduro estuvo precedida por una ceremonia de inauguración montada con diversas manifestaciones folclóricas.