En caso de conseguirlo, la declaración no solo amparará a esta cabalgata de especial singularidad, ya que la candidatura que prepara el Ayuntamiento de Alcoy ante la UNESCO engloba también al “Belén de Tiristi”, una de las pocas representaciones en el mundo de títeres de varillas, y al Bando Real, en el que los niños depositan sus cartas en las sacas que portan decenas de burritas. 

Cada 5 de enero, con la ilusión de los más pequeños, Alcoy disfruta las actividades que siempre acompaña a sus fiestas de Moros y Cristianos.

A la Cabalgata de Reyes Magos le añaden elementos tradicionales propios y otros muy singulares, casi únicos.

Esta actividad es documentada por primera vez en 1866, como así la recogió el periódico El Heraldo de Alcoy, pero es a partir de 1885 cuando adquiere las características que actualmente la definen: un reencuentro de los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar.