Para las referidas personas sino tecnifican su producción con mecanización adecuada, asesoría oportuna y créditos rápidos con intereses que no excedan del 8% anual es muy difícil que desarrollen actividades productivas para enviar a los hijos a la escuela y cubrir su mantenimiento con alguna dignidad.

Para que las actividades agrícolas y ganaderas a mediana escala se desarrollen, todas y todos, el Estado, las Instituciones Bancarias tienen que colaborar eficaz y oportunamente, proporcionando a dichas personas insumos, fertilizantes, vacunas y dinero en préstamo para que esas personas no se vean obligadas a caer en manos de los chulqueros. Los préstamos que deben conceder las Instituciones del Sistema Financiero, Bancos y Cooperativas deben ser oportunos con asesoría y con intereses razonables. Cuando un ganadero o agricultor de mediano recurso por fuerza mayor, caso fortuito o enfermedades de las cabezas de familia no puede pagar, los créditos deben ser renovados y si es posible concederle uno nuevo para que esas personas puedan permanecer en sus actividades.

Es angustioso ver como en el rotativo de El Diario del 2 de enero del 2014 se anuncian varios remates por parte del Banco Nacional de Fomento. En la pág. 11A se anuncia que se rematará un predio agrícola, que el valor del terreno es de nueve mil seiscientos dólares y la casa en números redondos cuatro mil quinientos ochenta y seis dólares. Si el remate llega a hacerse el propietario de ese predio tendrá que llegar a nuestras pequeñas ciudades a engrosar las filas de los excluidos y buscar trabajo entre los informales. Últimamente la prensa también ha informado que en el norte de la provincia vacunos se mueren por carecer de pasto. 

Es urgente que se examine las graves dificultades en que viven y desarrollan sus actividades los medianos agricultores y ganaderos, si las instituciones del Estado no desarrollan una política económica y de ayuda ellos no podrán vivir con mediana dignidad y compartir las cargas laborales que exige la ley.