El nuevo alcalde inscribió su programa de gobierno en las medidas innovadoras lanzadas en el siglo XX por otros alcaldes o gobernadores neoyorquinos, como Al Smith o Franklin D. Roosevelt, y afirmó que “la justicia económica y social empieza aquí y ahora”.
“Los grandes sueños no son un lujo reservado para unos pocos privilegiados”, afirmó De Blasio, donde subrayó que “estamos llamados a poner fin a las desigualdades sociales y económicas que amenazan con deshacer a la ciudad que amamos”.
propuesta. El alcalde recordó su propuesta de aumentar “ligeramente” los impuestos a los más ricos para financiar la educación preescolar para todos los niños de cuatro años y los programas de tarde en las escuelas medias.
En este sentido, De Blasio apeló a la solidaridad de los más favorecidos y señaló que el aumento medio sería de 973 dólares anuales, lo que supone el equivalente a menos de un café diario en los establecimientos de la cadena Starbucks.
También destacó su “firme” apoyo al programa del alcalde a favor de “una ciudad con oportunidades y prosperidad compartidas”, por lo que se mostró a favor de “compartir el futuro de forma positiva”.