Frente a esta señal, creemos que las entidades responsables del mantenimiento de los principales servicios públicos que suelen ser afectados en su funcionamiento por las lluvias, como son el agua potable, energía eléctrica, telefonía, entre otros, estarán tomando las precauciones correspondientes.

Así, se espera que la limpieza de las entradas de las alcantarillas para la evacuación de las aguas lluvias se haya concretado, para evitar que las calles se inunden y no causen el malestar ya conocido. Igualmente con el mantenimiento de los cables del tendido de la electricidad y de los teléfonos, para superar los problemas de los cortocircuitos.

Las mismas precauciones en lo que se refiere al suministro de agua potable, susceptible a ser afectado por la turbiedad del agua del río, que todos los años provoca las emergencias al suspenderse el bombeo por la dureza del líquido.

Y preocupación especial merece la supervisión de las carreteras en sus tramos riesgosos, esperándose que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas tengan ya su plan de contingencia para actuar de inmediato al presentarse cualquier evento que impida una buena circulación por las vías manabitas.