Según la profesional, este sería el primer paso que generará  la empatía entre las familias y también en la pareja.

Narcisa Meza comenta que la relación con su suegra desde hace años es mala. “Hace varios años vivimos en la casa de mi suegra, ella me hacía la vida imposible, esa fue la peor etapa de casados, en ese momento quería regresar a mi casa hasta que mi esposo decidió llevarme a vivir a una casa aparte, pero aún así ella se metía”, comenta Meza.

Pero no todas las relaciones con las suegras son malas. Ángela de Hernández mencionó que  durante el tiempo que vivió con sus suegros la historia de su matrimonio cambió. “Al principio yo ayudaba en la limpieza de la casa y mi suegra se molestaba porque  cambiaba las cosas de su lugar, hasta que ella me dijo que ya no limpiara y que las cosas las dejara en su puesto. Aprendí la lección, ya que no era mi casa y cuando limpiaba ya me tocaba dejar todo en su lugar”, ahora nos llevamos muy bien, dijo con una sonrisa.

“Mi suegra me defendía, a pesar de ser su hijo político, siempre nos llevamos muy bien, aunque ahora hace cuatro años ya no está en la familia se la extraña un mundo”, dijo Lenín Delgado.

Una de las recomendaciones que dio la psicóloga Alexandra Macías a la hora de lidiar con los suegros es mantenerse alejada de sus problemas y no opinar en nada, al menos que lo solicite.

 

RECOMENDACIONES. Se deben establecer límites, es importante hacer saber a los suegros que necesitan avisar con anticipación las visitas en caso de que la familia esté ocupada. 

Se debe hablar con la pareja sobre la relación con la suegra. Idealmente es el hijo quien tiene que poner los límites para su nueva familia, y la madre tiene que aceptar  lo que él dice. Se deben intentar reparar las relaciones con la suegra, compartiendo con ella varias actividades familiares o personales.

La experta también señaló que existen ocasiones en que ambos deben poner de su parte para que las cosas mejoren.