E n el hemisferio norte se aproxima el invierno, época de frío. Las aves acuáticas migratorias, en particular los patos salvajes, son el reservorio natural de los virus de la gripe aviar. Por el frío emigran a lugares cálidos como nuestro país para descansar, alimentarse y/o procrear, contactando con las aves y otros animales que viven allí, ubicándose en: Manglares, humedales, lagunas, ciénagas, islas, y/o bosques primario seco, que se encuentran en el perfil costanero. Los patos no padecen la influenza son asintomáticos, pero a la vez van contagiando a sus congéneres y diseminando las nuevas cepas de subtipos de virus híbrido como los de la influenza aviar; las proteínas hemaglutinina(H) y neuromidasas(N) que se encuentran en la superficie del virus al unirse entre ellas dan origen a potenciales 153 combinaciones.