Con esta actividad, la capital ecuatoriana busca realzar su condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad, título otorgado hace 35 años, con un programa estético para aliviar el angustiante problema de movilización.
Una vez que concluya el proyecto, la Galería de Arte Urbano de Quito ocupará 3.800 metros de muros alrededor de la ciudad de 2,2 millones de habitantes.
El primer tramo de la galería fue inaugurado en mayo pasado con la creación de nueve murales que combinan obras de artistas consagrados como Guayasamín y el pintor y escultor Gonzalo Endara Crow.
El proyecto “busca llevar al arte que está dentro de las galerías hacia las calles, para democratizarlo e impulsarlo”, además de convertirse en un atractivo turístico, aseguró María Sol Corral, vicealcaldesa de Quito y promotora de la iniciativa. “El objetivo es que el turista que visite Quito pueda ver todas las obras, en un recorrido de la ciudad que dura al menos dos horas”, explica la funcionaria.
Corral adelantó que en el 2014 se inaugurará un segundo tramo de la galería. Cien artistas, elegidos a través de una convocatoria pública, realizaron las réplicas en distintos puntos de la ciudad que tienen una característica en común: son lugares de alto tráfico urbano, donde confluyen automóviles, buses, ciclistas y peatones.