Actualizado hace: 930 días 9 horas 58 minutos
Cabildo de Otavalo prohíbe cortar trenzas tradicionales a menores de edad

Más que una simple costumbre, la tradición indígena de lucir una larga trenza en la cabellera es un elemento cultural, casi espiritual, para los quechuas de Otavalo (Ecuador) quienes han llegado al punto de prohibir a los peluqueros cortar ese apéndice a los menores que no tengan autorización paterna para ello.

Domingo 22 Diciembre 2013 | 14:39

Todo comenzó hace algunos años, cuando las tendencias estéticas llevaron a los primeros jóvenes de la localidad a librarse de sus trenzas pero, poco a poco, esta práctica fue ganando adeptos, a la par que aumentaba la preocupación de los más fieles seguidores de la tradición quechua.
A un centenar de kilómetros al norte de Quito, enclavada en la provincia de Imbabura y al pie del volcán del mismo nombre, Otavalo cuenta con un 60 % de población indígena, lo que la convierte en un caso singular en América, según el cabildo quechua de la ciudad.
Baluarte de las tradiciones quechua, conserva todavía hoy con esmero rasgos de su cultura ancestral, como su vestimenta, su gastronomía, su idioma (el quechua) y cómo no, la trenza que adorna a sus hombres.
Por eso, el corte de esta extensión capilar inquieta a los líderes de las comunidades otavaleñas, que ven en ello el riesgo de la pérdida de una parte de su identidad.
"Para nosotros la trenza es un elemento muy sagrado que nos identifica como quechuas otavalos y que hemos mantenido por muchos años", dijo a Efe el presidente del cabildo quechua de Otavalo, Raúl Amaguaña.
Debido a "la globalización y a la influencia de los 'mass media', en los últimos años se ha visto la tendencia de que los jóvenes renuncian a ese elemento, muy importante, por cuestiones de moda más que todo", añadió.
Por eso, hace unas semanas, los dirigentes del cabildo emitieron una resolución para que las peluquerías de la ciudad exijan una autorización paterna a los menores de edad que pretendan cortarse la trenza.
Amaguaña asegura que para los indígenas de Otavalo, como para muchos otros en la región andina, "el pelo largo no es solo una cuestión de estética...es algo sagrado, una extensión de nuestro cuerpo que, dentro de nuestra visión, no resulta procedente mutilar".
Hay quien dice que "es el sexto sentido, que permite una comunicación más fluida con el medio ambiente", agregó.
Como muchos jóvenes, el hijo de Amaguaña, Charic, también se cortó la trenza, aunque en su caso no fue por razones de imagen, sino porque se lo exigieron sus jefes hace seis años, cuando pasó unos meses trabajando en un estacionamiento de automóviles en los Estados Unidos.
"El hecho de cortarme la trenza influyo mucho en mi vida...fue un tiempo de experimentación", dijo a Efe el joven, de 27 años.
Algunas voces en Otavalo discrepan de la exigencia impuesta por el cabildo porque piensan que "ninguna norma prohibitiva funciona" y que, en cambio, puede llevar a la gente "a ir en contra", dijo Raúl Amaguaña.
Sin embargo, según él, los habitantes de Otavalo, "en un 95 %" aceptan la decisión "de controlar un poco a los chicos" que pretenden desprenderse de la trenza.
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