Hace tres semanas los habitantes se quejaron por este problema, al que no encuentran solución.
Los malos olores no se soportan, dicen los habitantes de la calle J-25 del barrio Jocay. Los constantes reboses de aguas negras en este lugar genera molestias entre los vecinos, indicó María Sabando, moradora.
El mal olor en el sector ha sido motivo para que en varias viviendas la alimentación se torne una incomodidad, sostienen los vecinos.
Los habitantes piden solución a este problema. Hacen un llamado a las autoridades municipales y representantes de la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM). Los habitantes esperan no pasar Navidad y Fin de año con este problema que afecta además a la calle 1 de enero, a la subida del sector Las Cumbres.