Durante las nueve horas que duró el vuelo, Mike permaneció inmóvil, sin posibilidad de pedir ayuda debido a la condición en que se encontraba.
Solamente se dieron cuenta de lo que ocurría cuando, después del aterrizaje, la tripulación de cabina notó que Mike no bajaba del avión, según reseña el diario Daily Mail.
Entonces, le prestaron ayuda y lo trasladaron al hospital a bordo de una ambulancia.
Dixon permaneció 16 días hospitalizado antes de que le dieran el alta médica. Por suerte, se recuperó.
Según contó después, Mike Dixon sintió malestar antes de abordar el avión, pero creyó que se trataba de cansancio y que al dormir durante el viaje se repondría.
Es más, no sabe cómo pasó a través de la seguridad del aeropuerto. “Creo que pensaron que estaba borracho”, dijo a los medios.
Cuando estaba dentro del avión, el hombre pasó desapercibido para todos, incluida la tripulación y los demás pasajeros. Después del aterrizaje, el hombre que estaba junto a Dixon pasó por encima de él para poder salir, señala el periódico.
Finalmente, fue la tripulación la que se dio cuenta de que Mike necesitaba ayuda.