"La recuperación de la economía chilena en materia de crecimiento, inversión, empleo, salarios y reducción de la pobreza no se debe a un 'boom' del cobre, sino a buenas políticas económicas y al esfuerzo de todos los chilenos", declaró en un encuentro con la prensa extranjera.

El mandatario admitió que el elevado crecimiento de China e India ha supuesto una notable mejora de los términos de intercambio de las exportaciones del cobre, materia prima que es considerada "el salario de Chile" por su incidencia en la elaboración del presupuesto público.

Pero puntualizó que el aumento en los costos de producción ha hecho que "este Gobierno tenga menos ingresos por el aumento del precio del cobre que el Gobierno anterior", que presidió Michelle Bachelet, quien el pasado domingo ganó las elecciones y volverá a gobernar otros cuatro años a partir de marzo próximo.

Según Piñera, durante su Administración los ingresos para las arcas públicas procedentes de la producción de cobre fueron el equivalente al 3 % del PIB, frente al 6 % del periodo anterior.

En materia energética, el mandatario eludió responder a las preguntas de los corresponsales sobre si su Gobierno tomará una decisión definitiva respecto al proyecto HidroAysén, que prevé la construcción de una megacentral hidroeléctrica en la región patagónica de Aysén.

La iniciativa, impulsada por las empresas Endesa y Colbún, se ha topado con el rechazo de numerosas organizaciones ambientalistas y de la propia Bachelet.

"Chile tiene un tremendo desafío en materia de energía, que es duplicar su capacidad de generación de energía (...), nuestra debilidad está en las energías del pasado, porque somos un país pobre en petróleo, carbón y gas", sostuvo Piñera.

En el encuentro con la prensa extranjera, celebrado tres días después del triunfo electoral de Bachelet, Piñera recalcó que mantiene su "deber y compromiso de gobernar hasta el último día".

En este sentido, el mandatario se refirió al rechazo ayer en el Parlamento de la llamada "ley antiencapuchados", que otorgaba más atribuciones a la Policía, y dijo que ojalá el futuro Gobierno no se arrepienta de lo que hizo este martes la oposición.

La "ley antiencapuchados", conocida también como "ley Hinzpeter", fue presentada en octubre de 2011 por el entonces ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, para fortalecer el resguardo del orden público en momentos en que arreciaban las protestas estudiantiles.

La iniciativa, una de las más significativas del actual Gobierno, fue muy criticada por movimientos sociales y gremios periodísticos, que consideran que recortaba el ejercicio de las libertades públicas, algo que Piñera rechazó categóricamente.