No hay duda que lo que nos une a todos los ecuatorianos dentro y fuera del pais es la seleccion, hoy venida a menos y con una sombra negra que ensombrece nuestra participación en el mundial de Brasil. Con solo dos fechas, dos partidos a jugarse con selecciones que vinieron de menos a más, selecciones de Chile y Uruguay que están demostrando en la cancha su garra y valía futbolística, después de habérseles dado casi de baja en esta eliminatoria, pero gracias a los directivos de sus federaciones y a sus directores técnicos, supieron en el momento correcto hacer los cambios y rectificaciones para enrumbarlos por el camino correcto y pasarnos en la tabla de posiciones, como es el caso de Chile y Uruguay pisándonos los talones.
Un analista deportivo, refiriéndose a la selección mexicana, que al igual que la ecuatoriana pasa por los mismos momentos cruciales al verse casi fuera de una participación directa y pensando ya en el repechaje, dice que los jugadores de México y Ecuador necesitan de un psicoanálisis para cambiarles el chip. A los nuestros se les ha olvidado jugar fútbol, ya no es la selección que mostraba ser un equipo, ahora es el individualismo de Montero y Valencia, que tratan de tirarse al hombro el equipo y como todos lo saben, nunca sólo dos jugadores ganaron un juego. Si practicaron una jugada con la pelota parada, no se vio, tampoco la pared que es tan esencial en todo juego, y no se diga de las asociaciones que deben ser parte de toda jugada para llegar al gol. Hay que tomar correctivos inmediatamente, Rueda ha perdido el control, no hay un líder en la selección, cambiar a Rueda por Aguinaga sería una solución y ya olvidarnos del Chucho, él está en el descanso eterno y sólo nos debe quedar el recuerdo de un gran jugador que partió para no volver más. Tenemos que preguntar, ¿qué han hecho Sampaoli y Tabares para lograr ese cambio radical que tanto necesitamos?