La oportunidad que nos esta dando este gobierno no se puede desperdiciar, hay que tomarle la palabra al primer mandatario para que este proyecto tan anhelado por todos sea una realidad, esperando que en esta ocasión se pueda concretar y no sea tomado como un ala de politiquería para las próximas elecciones.
Dios ya hizo su trabajo dándonos un mar de aguas profundas cerca de nuestras playas, ahora le toca al hombre retomar las propuestas técnicas, que han presentado las autoridades anteriores que estaban al frente de la administración del puerto; y si hay nuevas ofertas, en buen hora; no estemos viendo de quién es la idea porque esa ha sido una de las causas de que no se haya concretado ni ejecutado el proyecto. No actuemos con egoísmo, procedamos con seriedad, responsabilidad, con criterio bien fundados, analizados, canalizados, que la bandera de la unión de los ciudadanos de Manta ahora los cobije para luchar y así tener un puerto moderno de aguas profundas.
Las autoridades locales como el señor alcalde, los ediles, las provinciales como el señor prefecto, los consejeros, nuestra gobernadora, los señores (as) asambleístas, Ministerio de Obras Publicas, medios de comunicación, instituciones públicas, consejos barriales, empresas privadas e industrias, gremios artesanales en las diferentes ramas, asociaciones de diferente índole y ciudadanía en general, debemos empoderarnos de este proyecto.
Los beneficios económicos de tener un puerto nuevo con construcciones actuales sin lugar a duda es bueno para todos los ecuatorianos, porque todos sabemos que Manta es una ciudad cosmopolita porque habitan personas del todo el país y del mundo; el movimiento comercial sería cuantioso, con las cargas de alto tonelaje, tanto en la exportación como en la importación; los grandes cruceros; moverían el comercio formal e informal, las transportación pesada, los taxistas, los artesanos, los negocios de gastronomía, las cadenas hoteleras, el turismo y la colectividad en general.
Todos debemos mirar hacia ese gran horizonte de oportunidades que nos brinda nuestro inmenso mar y unidos como arena podemos formar una gran playa de esperanza y progreso. Basta de paños tibios, hombres y mujeres tenemos que adherirnos en este mega proyecto con respeto, pero con criterios bien firmes, mentalidad positiva, progresista, con los pantalones bien puestos y que no nos tiemble la voz para pronunciarnos.