Carlos Ibarra, administrador del cementerio, habla de que son muchas, pero no precisa cuántas.
Igual, señaló que el mantenimiento, adecentamiento y estética depende de cada familia.
En ese sentido, explicó que hay que legalizar las propiedades; es decir, formalizar los títulos independientemente. Es que hay tumbas que siguen siendo municipales y debe hacerse el trámite, manifestó Ibarra.
Contó que una señora llegó a buscar la tumba de su marido, 31 años después de enterrarlo, pero se le hizo difícil encontrarlo. Cuando murió no sacaron la partida de defunción en el Registro Civil, donde le dijeron, tras indagar información, que éste aún estaba como vivo, según el registro.
Entonces, desde el cementerio se le ayudó para certificar su muerte, recordó Ibarra.
También señaló que 5 obreros municipales trabajan en la limpieza del lugar, entre ellos Lorgio Cevallos, quien piensa en jubilarse. Quedarán 4 y eso que antes eran 8.