La unión de personas del mismo sexo es un hecho marcado por los conceptos tradicionales de una cultura machista. 

Así fue como ayer se describió al matrimonio gay en un foro realizado por la escuela de psicología de la universidad Eloy Alfaro. 

En el evento se habló del por qué la sociedad se opone a la unión gay. 

Según Oswaldo Zambrano, director de la escuela de psicología, gran parte de los ecuatorianos tienen un concepto mesquino, descalificador y marginal hacia los homosexuales, producto de las "viejas costumbres culturales a las que ha sido sometida la sociedad". 

“Cuando se habla de matrimonio la sociedad piensa en un hombre y una mujer, pero no piensa en la unión de dos hombres o dos mujeres como derecho civil de cada ser humano”, señaló Zambrano.

El psicólogo considera que toda persona tiene derecho a estar con quien se sienta feliz por encima de cualquier regla, cultura o religión.

 

 el futuro del país. Para el psicólogo clínico José Andrade, la sociedad se ha formado bajo un discurso antiguo que ha generado un comportamiento y estilo de vida en cada persona.  “Aquellos que parece normal es solo una construcción social, más no significa que sea lo mejor o lo correcto”, argumentó Andrade. 

Para el psicólogo Félix Rodríguez, la unión de grupos homosexuales en el país que reclaman igualdad de derechos, logrará en poco tiempo introducir al Ecuador en la lista de los más de 15 países del mundo donde se permite el matrimonio gay.

Este hecho será viable, según uno de los expositores, por el alto grado de razonamiento que la nueva generación del país tiene en torno a este caso.

 

 plazo. “Hablar de la homosexualidad no es tabú. Los jóvenes del momento pensamos diferente a la sociedad antigua. Somos de mente abierta y creemos que el derecho de ser feliz no está en la cultura de una sociedad, sino de la necesidad de sentirse bien”, señaló Eder Valencia, universitario.