Nadie puede ponerlo en duda, la Internet ha cambiado al mundo y a todos sus habitantes. Muchos adultos se sorprenden al ver que sus hijos con tan sólo tres o cuatro años pueden curiosear y jugar con el computador.
Si bien en un inicio no hay razón para preocuparse, es bueno que conozcan exactamente lo que conviene y lo que no, para evitar sustos y problemas futuros y así prevenir que sus hijos se vean seriamente afectados.
Si no hay un debido control, el niño accede a la Internet sin supervisión, podría acceder a juegos violentos o páginas web de contenido exclusivo para adultos. Los especialistas recomiendan que los niños menores de seis o siete años no deben tener acceso a la web.