El paro, que inició el 30 de julio y fue prorrogado hasta el próximo miércoles, "ha sido un fracaso", ya que "la mayoría de los educadores ha seguido desarrollando sus labores" docentes, declaró a Efe el dirigente de la agrupación Luis López.

La apatía de los maestros ha podido deberse a factores como la "falta de credibilidad de la directiva gremial", así como también "a la injerencia gubernamental que ha provocado el divisionismo" en el sector, entre otros, dijo dirigente.

La directiva del gremio de maestros "ha recibido un duro golpe", añadió López, quien sin embargo afirmó que proseguirán con las protestas de calle, que incluyen una marcha este martes hasta la sede del Gobierno del presidente panameño, Ricardo Martinelli.

Entre otras, los dirigentes del gremio exigen el reintegro de algunos de sus colegas despedidos, la mejora en la infraestructura y dotación de los centros educativos, y un aumento de hasta 300 dólares para los maestros, que ahora devengan un salario mínimo de 500 dólares mensuales, según explicó el dirigente.

Por su parte, la viceministra de Educación, Mirna de Crespo, criticó este lunes a los dirigentes gremiales por limitarse a juzgar sin presentar propuestas.

El paro ha tenido un respaldo "mínimo", aseveró la viceministra en declaraciones a los medios locales, y conminó a los maestros a acercarse las mesas de diálogo que tiene el Ministerio de Educación para plantear sus "dudas".

El viernes pasado, el Ministerio de Educación acusó al gremio de maestros de sustentar en "argumentos falsos que sólo persiguen crear inestabilidad" en la huelga, y desmintió que tenga planes de privatizar la enseñanza pública, traer educadores del extranjero o que exista peligro alguno para la estabilidad docente.