Los exteriores del Coliseo Mayor Rumiñahui, en Quito, se ven copados por cientos de personas que aguardan para ingresar al lugar y poder darle el último adiós a Christian "Chucho" Benítez.
El cuerpo de "Chucho", fallecido el pasado lunes en Qatar, llegó al coliseo Rumiñahui a las 08h30, tras recorrer varias calles de Quito junto a una multitudinaria caravana.
Los futbolistas Marlon Ayoví, Paco Urrutia, Clever Chalá, Carlos Tenorio, son algunos de los amigos del jugador que cargaron el féretro hacia el interior del coliseo. Además, Ermen Benítez, padre del goleador; y Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF); acompañaron el ataúd, sin poder contener sus lágrimas.
Ya en el lugar, se escucharon canciones como "No llores por mí"; "Amigo", "Cuando un amigo se va", mientras que los familiares y allegados de "Chucho" se acercaban a su féretro.
Por su parte, los cientos de hinchas, que se dan cita en el lugar, ingresan por la puerta 1 del Coliseo, y permanecen escasos segundo ante el cuerpo del futbolista.
Las escenas de dolor más conmovedores se dieron cuando Ermen Benítez y Liceth Chalá, viuda de Benítez, se acercaron hasta su féretro.
Asimismo, Antonio Valencia se mostró nervioso y angustiado al observar el cuerpo de Benítez, a quien llama "hermano".
En el vuelo llegó la viuda del jugador Lisset Chalá García, junto con una amiga personal y representantes del equipo Al Jaish.
Además, pese a los retrasos del vuelo, en el aeropuerto esperaban familiares, amigos cercanos y cientos de hinchas de Christian Benítez .
El canciller Ricardo Patiño; José Francisco Cevallos, ministro de Deporte; y el asambleísta Iván Hurtado, estuvieron en la comitiva oficial. También se vio a Jefferson Montero, jugador del Morelia de México; el exseleccionado Agustín Delgado, los jugadores Cristian Lara y Jorge Guagua; el presidente de laFederación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga, y el representante de Benítez, José Chamorro.
Tras la llegada de los restos de "Chucho", más de 150 policías vigilaban el orden para evitar desmanes en el lugar, hasta que el féretro fue sacado del aeropuerto.
Aproximadamente a las 03h00, el cadáver fue transportado en una caravana integrada por cientos de vehículos hacia la sede del equipo El Nacional, donde le esperaban también varios hinchas que pedían que se lo velara en ese lugar. "Que entre a su casa", gritaban. Sin embargo, esto no se cumplió.
La banda del Ejército también lo aguardaba para ofrecer un toque de silencio y una marcha fúnebre como homenaje al extinto jugador, quien inició su carrera futbolística en ese plantel.