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OPORTUNISMO  O GANAS DE SERVIR
OPORTUNISMO O GANAS DE SERVIR
Por: Edwin Delgado Armijos

Viernes 26 Julio 2013 | 00:00

P ara muchos de los actores políticos que participaron en la antepenúltima, penúltima y última elección popular (incluidos los que salieron) posiblemente quemaron sus últimos cartuchos como sujetos políticos. Quizás sea la despedida para unos y debut y despedida para otros. Tal vez no vuelvan a aparecer más en política. Teniendo la misma lectura, será por eso, que ante el vacío dejado, quieran emerger nombres nuevos.

La cantidad y variedad de nombres que se pueden ver en carros que circulan en muchos cantones de la provincia, me lleva a plantearme una pregunta-reflexión ¿Es oportunismo o ganas de servir de quienes se promocionan?   
Algunos ya “curtidos” en lides electorales en diferentes partidos políticos. Otros neófitos. Esto puede interpretado según el cristal con que se mire. 
Ganas de servir, de cambiar el status quo actual. De arrumbar por el camino del progreso a su respectiva jurisdicción. 
Por el contrario, siendo suspicaces, se puede apreciar como oportunismo de aquellos que siempre han querido llegar, participando siempre y nunca haber ganado nada (ni siquiera una rifa). 
O de los nuevos que ven la oportunidad de llegar, porque están cerca de los que están cerca. O esta o ninguna otra parece ser la máxima. 
Nos hemos acostumbrado a ver de todo como en botica, esto nos ha llevado a aguzar nuestra malicia. Ya no creemos que la luna sea de queso (no porque el ratón se la comió) porque hemos crecido viendo cómo muchas personas han utilizado las mismas estrategias para llegar. Y una vez llegado good bye. Al mandado. Primero ellos, segundo ellos y tercero ellos. 
La circunscripción a la que pertenecen pasa al último puesto.  Porque en cuarto lugar están los que sabemos.   
Y así vemos pasar el tiempo, dopados ante la inoperancia. El quemeimportismo. No saber elegir ha pasado factura (y seguirá pasando). Disminuyendo las probabilidades de llegar lejos. Quedándonos a la cola del progreso. 
En otras partes del país el desarrollo tomó posesión corpórea. Es visible. Palmario.   
Mientras entre nosotros es solo un espejismo que nos venden cada cierto tiempo, un falso oasis al que podemos acceder. Avanzamos a paso de tortuga coja.
Padecemos una especie de estreñimiento. Porque se evacuan las cosas de a poco. Haciendo esfuerzo. Dejando en estado de repleción sólo a los que están cerca del que manda.  Hasta mientras, si los vemos en la calle les podremos preguntar algo como esto para medir su intelecto: Qué comían el 24 de diciembre los dinosaurios. 
Fue zurdo o derecho el primer mono.
El ser humano hizo acto de presencia a las 11h59 del último día del año. 
No se pierde nada. A lo mejor encontramos pista para tener el tino que hemos perdido para elegir.  
Evitando así más decepciones. 
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