"Esta es la nueva forma de presionar, ya no se necesitan botas, bombarderos, son todas estas (...) instituciones independientes que están totalmente en favor del capital, que sirven para dominar a nuestros países", acotó.

El mandatario resaltó la serie de procesos de arbitraje a los que su país está sometido por parte de empresas trasnacionales, sobre todo petroleras, que han demandado millonarias indemnizaciones, pese a que han sido ellas las que han incumplido contratos o afectado el medio ambiente en el país.

Mencionó como ejemplos los procesos interpuestos por petroleras como Chevron y Occidental (Oxy) ante el Centro Internacional de Arbitraje del Banco Mundial (Ciadi) y de las Naciones Unidas (Uncitral).

Correa aseguró que Chevron "está en una campaña de extorsión al país porque perdió" un juicio ambiental en la Amazonía ecuatoriana, así como Oxy, expulsada del país en 2006, pero que obtuvo un fallo arbitral que obliga al país a pagarle "la mayor indemnización en la historia" de estos procesos, por 2.300 millones de dólares.

"Ecuador ha declarado la nulidad de esta monstruosidad" de fallo, aunque "todo está tomado por el poder del gran capital", afirmó el mandatario al justificar la creación de un tribunal de arbitraje regional para frenar los "abusos" de los centros internacionales.

No obstante, Correa dijo temer "que todavía no hay la suficiente conciencia de lo que estamos enfrentando" en la región y volvió a insistir en que la creación de una Corte suramericana de arbitraje "debe ser prioridad en la agenda de los países soberanos".

Las sanciones por parte de los centros internacionales, según Correa, son una consecuencia "de haber entregado la soberanía del país a estos tribunales arbitrales que siempre fallan a favor del capital, a favor de las compañías, nunca a favor del Estado".