Científicos se mostraron optimistas sobre la posibilidad de que un roedor, al que nunca se le ha encontrado cáncer, podría ser la clave para prevenir o tratar tumores malignos en seres humanos.
Estudios de laboratorio indican que las células de la piel de la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber) tienen un alto contenido de una sustancia azucarada que detiene el desarrollo de los tumores.