Durante el discurso de posesión, el presidente Rafael Correa dijo que el país está cambiando "profunda y positivamente" en lo económico, político y social, y aseguró que ha pasado del grupo de desarrollo humano medio al alto.
Expresó que Ecuador es una de las economías más dinámicas de América Latina y creció en los últimos años en un promedio de 4,3 % en tanto la región lo hacía en 3,5 % y mientras países considerados desarrollados vivían una crisis.
El jefe de Estado manifestó que en su gobierno más de un millón de ecuatorianos han dejado de ser pobres, y recalcó que vencer la pobreza debe ser el "imperativo moral" del planeta.
Rechazó las "aberrantes" diferencias en la concentración del ingreso en la región que impiden "una vida digna" a la población y se declaró "orgulloso" de ser el país "que más reduce
desigualdad" en América.
Dijo tener "sano orgullo" de estar a la vanguardia en políticas de inclusión de personas con discapacidad y reconoció la labor en ese campo del ahora exvicepresidente Lenín Moreno.
Recursos. Correa espera recaudar unos 4.039 millones de dólares de la actividad petrolera, valor que resulta ya descontado el costo de importación de derivados y los pagos a las comunidades de influencia directa de los pozos y ha propuesto la meta de recaudar 12.000 millones de dólares al Servicio de Rentas Internas. La inversión pública de este nuevo ejercicio llegará al 13 ó 14% del Producto Interno Bruto (cifrado en USD 86.166 millones por el Banco Central del Ecuador), y estará medida de forma principal por los aportes más exigentes del plan de construcción de 8 hidroeléctricas que entrarán en funcionamiento en el 2016.