Durante una entrevista con Manavisión, Zamora aseguró que "no tengo porque huir", por lo que está dispuesta a seguir con sus actividades normales, como impartir "clases en el Limón" de Portoviejo. 

Durante su intervención, la exsindicalista destacó la "coincidencia" que tuvo la audiencia en la que fue declarada culpable, realizada ayer, con la reunión que mantuvo el presidente Rafael Correa con el Fiscal General Galo Chiriboga, en el cual se analizaron temas relacionados con la revuelta policial del 2010. 

"Aquí todos sabemos, que la justicia y la fiscalía se han convertido en un instrumento de persecusión política", dijo la opositora. 

"Se lo amenaza, se lo amedrenta, se lo enjuicia", dijo Zamora, al referirse a quienes "piensan diferente". 

Zamora negó haber inrrumpido en el colegio guayaquileño Agurirre Abad, por lo que se la acusa de terrorismo y sabotaje. "Tenía una agenda", dijo Zamora, quien descartó haber interrumpido las clases y haber motivado a que los estudiantes se unieran a las protestas. 

Por otra parte, Zamora reconoció que se mantiene en pie de lucha, pero que "soy un ser humano, soy una madre", dijo, por lo que destacó que le "dolió" ver llorar al menor de sus hijos. 

"No puedo decir que estoy feliz al ver que a mi hijo le duela quedarse sin su madre 12 u 8 o 10 años", destacó. 

Antecedente:  Mery Zamora, expresidenta de la UNE, fue declarada culpable del delito de sabotaje y terrorismo por el Décimo Tribunal de Garantías Penales de Guayas.