Fabricio Vélez está en primer año de bachillerato en el colegio Julio Moreno, tiene 16 años y debería estar en el curso  superior de no ser porque se “jaló” la materia de inglés. “Tenía que sacar 14 y puntué 12”, dice. El adolescente afirma que no pudo aprender en pocos días lo que su profesora le enseñó durante todo el año lectivo y por eso, no alcanzó la nota que necesitaba para ser matriculado en segundo de bachillerato.Según Fabricio el año pasado sufrió cada hora de clase de inglés, “para mí es muy difícil para aprender”, sus notas lo reflejaron muy bien y la materia se convirtió en su calvario en el colegio.Martha Moreno, enseña dicha materia desde hace 26 años. Indica que el principal problema para que el estudiante aprenda otro idioma es que no lo practica, “el alumno se limita a hablar en inglés mientras dura la hora de clase, y cuando se termina se olvida de su existencia apenas cierra el libro”, refiere.El idioma extranjero en Ecuador no es muy practicado sino dentro de las cuatro paredes que conforman un aula, esa es una razón para que el estudiante aprenda a pasos lentos o simplemente no lo haga.A esto se suma que en las instituciones públicas hay muchas limitaciones para enseñar esta materia. Por ejemplo, en centros educativos privados hasta se cuenta con aulas virtuales para impartir inglés,  lo que permiten un mejor aprendizaje, contrario a lo que sucede en las instituciones públicas donde los textos son muy escasos y básicos.Otro motivo que genera falencias del aprendizaje de inglés es que quienes pasan de la escuela al colegio demuestran tener abismos en cuanto al proceso de asimilar el idioma, eso en el mejor de los casos, porque también llegan hasta el bachillerato sin conocer nada  de esta materia.Según Patricia Rengel, docente de inglés, “en las escuelas no es obligatorio enseñar este idioma y de eso se derivan las falencias que se dan cuando los niños llegan hasta el colegio”.La Ley de Educación Intercultural, garantiza el aprendizaje del idioma extranjero.  Desde este año el Gobierno Nacional entregó por primera vez un libro de inglés a cada estudiante de las instituciones educativas fiscales. Son dos libros los que rigen el aprendizaje de inglés en los colegios públicos. De octavo a décimo año de educación básica se utiliza el A 1.1 mientras que para el diversificado se usa el A 1.2. El nivel de profundización de cada periodo lo determina cada docente de acuerdo a las posibilidades de su alumnado.Fabricio, por su parte cree que él no entiende el inglés porque su docente se limita al uso del libro. “Si me enseñaran mediante vídeos, seguro se me haría más fácil”, concluye.