El seísmo, es considerado el más fuerte a nivel telúrico del último medio siglo en esa zona, se produjo a 83 kilómetros de profundidad y, según el Servicio Geológico de Estados Unidos tuvo una magnitud de 7,8 grados Richter, que el centro sismológico iraní rebajó a 7,5 grados.

El epicentro se localizó en la ciudad de Saravan, en la provincia de Sistan Baluschitan, cerca de las frontera irano-paquistaní.

Las autoridades iraníes indicaron que no hubo víctimas mortales. 

En Pakistán, el terremoto causó al menos la muerte de 32 personas y otras 150 resultaron heridas tras derrumbarse un centenar de viviendas en una aldea del suroeste del país.