"En estos tiempos existen muchos cristianos que sufren persecuciones, muchos, muchos, en muchos países, recemos por ellos, con el amor de nuestro corazón", dijo el papa argentino.
Jorge Bergoglio pronunció estas palabras después de explicar que los apóstoles eran personas sencillas, pero que no tenían miedo de nada, ni siquiera de las persecuciones "porque su fe estaba basada en la experiencia de Jesús y por esto han podido difundir el cristianismo por todo el mundo".
Ante una plaza de San Pedro a la que acudieron miles de fieles, como en las anteriores citas dominicales, el papa Francisco recordó que la historia de los primeros cristianos "vale también para la Iglesia de todos los tiempos" y, añadió: "También para nosotros".
El pontífice pidi "ayuda" a la Virgen María para que la Iglesia de todo el mundo anuncie con franqueza y valor la resurrección del Señor y de testimonio con amor fraternal.
Y concluyó su breve discurso de hoy con el ya tradicional: "Buen almuerzo a todos".
Esta tarde, Francisco celebrará la misa de toma de posesión de la otra basílica romana, la de San Pablo Extramuros.