Él se dedica a la venta de coco en la vía a Pimpiguasí, de la parroquia Calderón, en Portoviejo.
Mendoza comenta que el negocio perteneció a su padre y desde hace 20 años él lo administra. "Lucho Cacao" no deja de sonreír, y cuenta que una de las anécdotas que más recuerda fue cuando unos niños de El Empalme lloraban para que su padre les comprara un coco, y “yo les regalé uno a cada uno y desde ese entonces, cada vez que pasan por la vía, se detienen y me compran cocos", relató.