Alfredo Guerra, director del Departamento de Gestión de Riesgo del Municipio, indicó que fueron 26 las familas que se vieron más afectadas por la creciente del río el pasado martes, cuando en la ciudad llovió por casi 9 horas seguidas.

El funcionario indicó que esta situación es un círculo vicioso, porque desde el 2008, el municipio ha intentado reubicar a las familias que viven en las zonas bajas y que en cada invierno se ven afectadas por el río.

"Por ejemplo, en la ciudadela La Paz se intentó reubicar a varias personas en el sector Los Corozos, pero algunas se opusieron porque quedaban  muy lejos", dijo.

Añadió que son las propias familias que muchas veces no quieren mudarse de sus hogares. También aseveró que ha pedido ayuda en albergues, como El Concorde, para asilar a algunas familias, pero que esto no se ha concretado.

Mudanza. Israel García, morador de la ciudadela La Paz, a un costado del río, indicó que el miércoles tuvo que buscar un lugar donde ubicar sus pertenencias para que no se estropearan con el agua.

"Alquilé un pequeño cuarto para llevar allí mis cosas, porque el agua del río entró hasta mi casa", mencionó.

Además, comentó que varias son las familias que se han mudado de sus casas, pues a pesar que el agua ha bajado quedaron llenas de lodo. Robert Araúz, también morador en este sector, manifestó que a pesar de que le gustaría irse del lugar, mientras el invierno pase, no puede hacerlo, pues teme que los amigos de lo ajeno lleguen a su hogar como lo ha hecho el caudal del río.