A las siete de la noche del miércoles un fuerte aguacero cayó sobre Santo Domingo.

Una hora más tarde y mientras Luis Yachirema se encontraba en su casa, ubicada en la cooperativa Santa Martha, sector 2, un fuerte estruendo lo puso en alerta a él y a su esposa Elsa Baños, quien se encontraba descansando en la cama con su hijo. 

Los pilares que sostenían la vivienda, de construcción de madera, empezaron a ceder. La casa quedó inclinada.  “Nosotros nos imaginamos lo peor. Gracias a Dios nos salvamos, salimos a tiempo”, señaló el afectado.

Una gato que tenía la familia murió atrapado entre unas tablas. 

Yachirema con ayuda de sus vecinos sacó sus pertenencias a la calle. 

Hasta ayer la única ayuda que la familia había recibido fue la del Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies) que le dotó de un colchón y víveres. 

Los afectados dormirán en un cuarto prestado por un familiar. Yachirema se dedica al comercio. 

 

>Riesgo. Así como la familia Yachirema otras 15, ubicadas en la misma zona, se encuentran en riesgo. 

La razón: sus casas están asentadas al  filo de un estero donde el terreno es inestable, según indicó Julio Calero, director provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).

Y pese a ser considerado un sitio de alto riesgo los moradores se resisten a abandonar sus casas hasta que el municipio no los reubique. Calero informó que se realizará una reunión con todos los afectados para comunicar el riesgo que hay si siguen viviendo ahí. 

Según el principal de la SNGR, siete meses serían los que se tomaría reubicar a las 16 familias, siempre y cuando se realice el respectivo estudio socioeconómico que lo debe elaborar la SNGR y el Miduvi.