El estado amazónico de Acre, en el norte de Brasil, decretó "emergencia social" y pidió ayuda al Gobierno ante una ola de inmigración ilegal, principalmente de Haití pero también de países africanos y asiáticos.
"En poco más de un mes ingresaron más de mil inmigrantes ilegales" por esa vía, denunció el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourao. En diciembre del 2010 ingresaron más de 4.300 haitianos.