El Museo del Louvre de París, la pinacoteca más visitada del mundo, ha cerrado sus puertas ante una protesta de los agentes de seguridad, que dicen no dar abasto ante el recrudecimiento de la acción de los carteristas.
Un total de 200 empleados del Louvre decidieron ejercer su derecho a no permanecer en su puesto de trabajo, al tiempo que una delegación de los vigilantes fue recibida por la dirección a la que manifestaron "su preocupación por el recrudecimiento de los tirones y de las consecuencias en sus condiciones laborales", explicó el museo.