Respecto de los recursos económicos con los cuales perviven los cuerpos de bomberos, con los que se adquieren implementos de logística, materiales de combate al fuego y de oficina, arreglos de vehículos, sueldos y salarios del personal rentado de tropa, técnico y administrativo, etc. provienen, únicamente, de las contribuciones de usuarios del servicio eléctrico; de la contribución predial en el cero punto quince por mil; en el cobro de tasas por servicio y por la aprobación de planos.

Esto significa, en primer lugar, que muchos cuerpos de bomberos no podrán jamás asumir ni siquiera el pago del salario mínimo vital, y por ende la no afiliación al Seguro Social de ninguno de sus miembros, lo cual viene siendo ya un problema de índole legal; y, segundo, que no perciben asignación alguna del Presupuesto General del Estado, pese a ser un organismo de derecho público y como tal del Sector Público, que obliga a sus servidores a cumplir con las disposiciones que corresponden a ese Sector, so pena de incurrir en falta administrativa que merezca cualquier sanción de las tipificadas en la Ley Orgánica del Servicio Público.

Hecha esta visión rápida y ligera del tema económico de una de las instituciones más emblemáticas de un Estado como son los cuerpos de bomberos, donde fácilmente, y sin hacer mayor esfuerzo mental, puede colegirse sobre la necesidad de que el Gobierno de la Revolución Ciudadana y su líder Rafael Correa Delgado, Presidente Constitucional del Ecuador, mire hacia este sector y decida lo necesario para que esta institución tan representativa, sea parte del Presupuesto General del Estado asignándosele la o las Partidas necesarias para que cubran sus múltiples necesidades empezando por mejorar los sueldos y salarios de los casaca roja y de todos sus servidores puesto que al momento son tan paupérrimos que en su mayoría ninguno ellos se ajusta a lo establecido en las tablas salariales expedidas por el Ministerio de Relaciones Laborales, como parte de lo irreversible de la revolución iniciada hace seis años.