La crisis bancaria en Chipre ha despertado ciertos temores sobre el turismo y el efecto que tendrá sobre este sector que, junto con los servicios financieros, es uno de los pilares en los que se sustenta la economía chipriota. "Ya sólo vendemos billetes de ida", dijo Dimos Kyprianu, director de la pequeña agencia de viajes Mardem, ubicada en Nicosia.