Marcela Z. relató que la osadía de un grupo de jóvenes es tal que se han dado a la tarea de robar en las casas que tienen de 2 a 3 pisos. Dijo que no les importa la altura y se las ingenian para robar televisores, dinero y objetos.
PREOCUPACIÓN. Aunque parezca insólito los extraños aprovechan que los dueños de casa duermen plácidamente y dejan ajustadas o abiertas las ventanas y puertas de los balcones para realizar sus fechorías.
“En mi casa solíamos dormir con las ventanas abiertas, pero a raíz de la presencia de un desconocido que apareció en el balcón, entonces tenemos que soportar el calor y dejar todo bien cerrado”, indicó.